No me dedicaré a hablar sobre el por qué del
voto al Si en el plebiscito. Ni armaré un debate confrontando mi opinión con
los argumentos de aquellos que votarán No por estos acuerdos. En esta corta
entrada solo quiero expresar una profunda preocupación, que aunque llevo años
teniéndola, en este marco de paz y reconciliación, irónicamente, ha
crecido.